En medio de las maniobras para definir quiénes ocuparán las sillas del Consejo de la Magistratura, el oficialismo logró esta tarde el dictamen para el proyecto que promueve la creación de un fondo nacional para pagar la deuda con el Fondo Monetario Internacional, a partir del cobro de una alícuota a quienes posean bienes en el exterior sin declarar.
Esta es la primera prueba del oficialismo tras la división en los bloques Frente Nacional y Popular, vinculado a los gobernadores del PJ y Unidad Ciudadana, ligado al cristinismo más duro, que surgió como una jugada para quedarse con el lugar que corresponde a la segunda minoría en el Senado y designar al representante en el Consejo de la Magistratura.
Tras las críticas surgidas desde la oposición y de los especialistas en materia tributaria que pasaron por la comisión, el oficialismo aceptó incorporar cambios en relación a las penalidades para aquellos cuyos bienes son detectados en el exterior, sin que eso signifique un blanqueo voluntario, como varias veces intentó explicar el oficialismo.
“Vamos a tratar a quien tiene dinero no declarado en el exterior mejor de lo que nuestra legislación vigente lo haría”, advirtió en su intervención el senador radical Martín Lousteau, y marcó que “hoy a un evasor se le cobra más del 38 por ciento de ganancias más multas e intereses y está Ley propone solo cobrarle el 20 por ciento”.
Según el senador, “con la legislación vigente” se pueden conseguir “cuatro veces más plata que con este blanqueo”, sostuvo Lousteau en su última intervención.
En tanto, el oficialista neuquino y autor de la iniciativa, Oscar Parriili defendió el texto aunque en esta jornada no se pudo avanzar en el dictamen para una modificación de la ley de entidades financieras para cambiar el secreto bancario, fiscal y bursátil, uno de los componentes necesarios para acceder a quienes tienen dichos bienes no declarados.
“Hemos escuchado atentamente todas las recomendaciones y críticas que han realizado los senadores e invitados, por eso hemos realizado modificaciones y proponemos emitir un despacho hoy“, indicó el senador por Neuquén quien agregó: “Queremos ir contra los grandes fugadores, grandes evasores y es por eso que el monto mínimo para denunciar son 500 mil dólares, por eso hubo modificaciones, porque podía generar suspicacias de que había una caza de brujas contra la clase media“, explicó Parrilli uno de los cambios que se insertaron en el texto original respecto a la figura del delator.
La recompensa será del “30 por ciento en dólares” para quien denuncie la existencia de bienes en el exterior sin declarar.
De acuerdo a las estimaciones a nivel mundial, el 8 por ciento del PBI mundial está en guaridas fiscales, e incluso en Estados Unidos se descubrieron 60 mil millones de dólares que no se encontraban declarados, contó Parrilli, que sostuvo que no puede haber un Senado que se dedique a evitar que se siga fugando dinero.
La reciente división del bloque del Frente de Todos también generó chicanas entre los senadores. Lousteau, por ejemplo, le enrostró a Parrilli: “Cuando dice “nosotros” a qué bloque se refiere?”.
El neuquino se mostró distendido también ante los cruces y en un momento también se refirió al “jefe del interbloque”, en referencia a José Mayans, “porque ahora es interbloque como le gusta decir a Cambiemos” chicaneó.