El perro que acompañó a su dueño desde Hungría y permaneció aislado durante 10 días en el aeropuerto de Ezeiza en medio de una polémica sobre su deportación o su sacrificio, finalmente hoy recuperó su libertad y volvió con su dueño.
El cachorro arribó a la Argentina sin su Certificado Veterinario Internacional (CVI) y con su vacuna antirrábica vencida. En ese momento, desde el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) manifestaron la posibilidad de deportarlo ya que no podía ingresar al país por el riesgo de poner en peligro la salud pública y a la población animal que tome contacto con él.
La situación se hizo viral a través de las redes sociales donde las personas se oponían firmemente a esta posibilidad y pedían que “liberen a Coco”. Finalmente, desde el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) informaron la decisión de que el perro cumpla con las exigencias sanitarias para la importación, durante un período de 10 días de cuarentena y sea vacunado contra la rabia.
Fue vacunado, cumplió con esos días de aislamiento en instalaciones de la Aduana dentro del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, y finalmente hoy le dieron su libertad.
Por su parte, el dueño del animal reclamó: “Me jodió mucho que todo este tiempo estuviera con desconocidos, pasé por muchos inconvenientes”.