“Etchecolatz murió sin arrepentimiento y se llevó información a la tumba”

Horacio Pietragalla Corti remarcó que no dio información alguna sobre los cuerpos de los detenidos o los menores apropiados.

El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, sostuvo hoy que la muerte del represor Miguel Osvaldo Etchecolatz es un ejemplo de “quienes se mueren sin mostrar jamás arrepentimiento” y así “se llevan a la tumba la información sobre el destino de los cuerpos o de los niños apropiados”.

Etchecolatz fue un ejemplo evidente de quienes se mueren sin mostrar jamás arrepentimiento, ni compasión frente a las víctimas o sus familiares, llevándose a la tumba la información sobre el destino de los cuerpos o de los niñxs apropiados“, dijo Pietragalla desde su cuenta personal de Instagram.

El ex director de la Policía Bonaerense y mano derecha del general de brigada Ramón Camps, durante la dictadura cívico militar falleció a los 93 años, y su figura será recordada en la historia argentina por ser uno de los principales responsables y ejecutores del período más oscuro del país.

Su nombre quedó asociado con la desaparición de Jorge Julio López, en plena democracia, luego que la declaración judicial del albañil como testigo fuera determinante en una causa en contra del expolicía, y por la cual fue condenado a reclusión perpetua.

En su publicación, Pietragalla recordó que el poder que aún detentaba al interior de la Bonaerense, incluso llegados al año 2006, llevó a la desaparición de Jorge Julio López, “testigo esencial del juicio que terminó condenando por primera vez a perpetua”. “Se investigó y juzgó su responsabilidad en casi 20 causas por crímenes de lesa humanidad cometidos dentro de la estructura represiva ilegal montada desde la Policía de la Provincia de Buenos Aires en el denominado Circuito Camps”, rememoró Pietragalla.

Finalmente, el secretario destacó que el represor murió “en el país, condenado y preso en cárcel común”.

Etchecolatz murió hoy a las 5.30 de hoy en la Clínica Sarmiento de la localidad bonaerense de San Miguel, donde se encontraba internado con custodia policial.

Nacido en la ciudad de Azul el 1 de mayo de 1929, Etchecolatz muere con múltiples condenas a prisión perpetua, acusado por diversos crímenes de lesa humanidad, mediante una serie de sentencias dictadas entre los años 1996 y 2022, que fueron unificadas en una pena única de reclusión