Los dirigentes de la “mesa chica” de la CGT cenan esta noche con el presidente Alberto Fernández en la Quinta de Olivos con el tema de las paritarias y de inflación como convocantes y en la que debatirán sobre los pasos a seguir en materia de conservación del poder adquisitivo en medio de la preocupación por el alza inflacionaria que no cede.
Estaba previsto que por la central obrera asistiera una delegación integrada por los miembros del triunvirato Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estaciones de servicios), representantes de grandes gremios como Andrés Rodríguez (UPCN) y Gerardo Martínez (UOCRA), además de José Luis Lingeri (Obras Sanitarias).
La probable ausencia del tercer triunviro de la CGT, el camionero Pablo Moyano, en tensión con el resto de la conducción cegetista, es un tema a tener en cuenta de cara al futuro de la relación entre la central obrera y el Ejecutivo.
Los dirigentes sindicales ratificarán ante el mandatario su postura de que las paritarias deberán seguir abiertas para al menos empatar la inflación acumulada, que sigue sin dar tregua y que todo indica que terminará el año en torno al 100 por ciento.
En medio de la escalada de precios, el Gobierno dejó entrever semanas atrás la posibilidad de implementar un bono de emergencia para todos los asalariados privados ,una idea aceptada por las corrientes sindicales cercanas al kirchnerismo pero que no es bien vista por la conducción de la CGT, que cree que esos mecanismos no sirven para que el bolsillo pueda recuperar terreno frente a la inflación por lo cual prefieren mantener el actual esquema en que los gremios negocian actualizaciones paritarias cada tres o cuatro meses.
Ese esquema permite a los sindicatos con poder de presión equipararse al alza de precios aunque una gran porción de trabajadores como los informales, cuentapropistas o monotributistas irremediablemente perderán frente a los precios.
