La Cámara de Diputados aprobó en general por 180 votos a favor, 22 en contra y 49 abstenciones, el proyecto de Presupuesto 2023 que establece un gasto total de casi 29 billones de pesos, un incremento de la economia del 2 por ciento, una pauta inflacionaria del 60 por ciento, y prioriza el gasto social.
La iniciativa fue aprobada a las 5.13 con el respaldo del Frente de Todos, Provincias Unidas, Interbloque Federal, y los bloques de JXC Evolución Radical, UCR y Encuentro Federal, mientras que fue rechazo por la Coalición Civica, la izquierda y la derecha, y el Pro se abstuvo.
Tras casi 15 horas de debate, el plenario legislativo comenzó el debate en particular de los 143 artículos que componen esa iniciativa.
Qué pasó con Ganancias
Dos de los puntos que generán mayor debate son la eliminación de la eximición del impuesto a las ganancias para la justicia y la facultad delegada al Gobierno para poder cambiar las alicuotas de retenciones agropecuarias.
De hecho, la oposición impuso su número en la votación en particular para rechazar el artículo del proyecto mediante el cual se establecía el pago del impuesto a las Ganancias para todos los integrantes del Poder Judicial, que derivó en un paro. Los bloques opositores sumaron 134 votos negativos contra 116 del oficialismo, por lo que el artículo fue rechazado.
La Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional (AMFJN) había expresado su “rechazo” a la implementación del Impuesto a las Ganancias para el sector, al considerar que se busca “violentar la cláusula constitucional que protege los salarios” de la Justicia. Los jueces designados antes de 2017 no pagan el gravamen.
“Los jueces pagan sus impuestos en todos los países del mundo. Hoy en la Argentina un juez está ganando arriba de 2 millones de pesos, mucho más que un presidente o una vicepresidenta. La exención de Ganancias de los jueces no es un derecho adquirido; es un privilegio que estamos en situación de corregir”, replicó el ministro de Justicia, Martín Soria.
El proyecto
El proyecto estima un gasto total de casi $ 29 billones, con una recaudación aproximada de $ 22,5 billones y un déficit primario de $ 6,3 billones de pesos.
El dictamen de mayoría contiene reformas impositivas ya que se contempla aumentos en las cuotas de obra social para las categorías más altas del Monotributo, incremento de impuestos internos y de aranceles de productos electrónicos, un impuesto sobre los pasajes y deducciones de ganancias en concepto de educación.
Otro punto significativo es la inclusión de una cláusula, por la cual si aumenta la recaudación o la inflación prevista del 60% en 2023, se deberá implementar una corrección en el Presupuesto, a fin de establecer cómo se redistribuirá ese excedente de los recursos.
El Presupuesto contempla un aumento en las exportaciones de 7,1% contra importaciones que se incrementarían el año próximo 2%, y de esta manera, el superávit comercial pasaría de US$ 7.700 millones este año a US$ 12.300 millones en 2023.
Otro aspecto central será la posibilidad de blanqueos de dólares para el pago de importaciones de insumos y servicios destinados a procesos productivos, y para la construcción de proyectos inmobiliarios como también para la adquisición de viviendas usadas.
A fines de septiembre, cuando el ministro de Economía, Sergio Massa, presentó el proyecto, planteó la necesidad de “trabajar juntos en un acuerdo político” para conseguir la aprobación del presupuesto porque son necesarios esos consensos “dentro de las distintas visiones de país que están reflejadas en el Congreso”. “El fallido Presupuesto 2022 lo llevo como una cruz, porque soy el único presidente de la Cámara en la historia de la democracia al que le rechazaron un Presupuesto. Espero como ministro tener más éxito que como presidente de la Cámara”, dijo en ese momento.