Un grupo de vecinos autoconvocados de Lanús agrupados en X mi barrio sin edificios advirtieron que la edificación en altura en ese distrito pone en riesgo el funcionamiento de las redes de servicios públicos y que, además, supone un peligro para la salud pública.
En ese sentido, esta agrupación conformada en octubre de 2021, reclaman que las nuevas construcciones deben someterse a un estudio de impacto ambiental que evalúe esos aspectos antes de iniciar una intervención urbanística.
“Como colectivo participamos de las discusiones en torno a la reforma del código urbanístico del distrito y si bien logramos algunas modificaciones no conseguimos que la norma incorpore un estudio de impacto ambiental previo”, explica Laura Capacete, vecina de Lanús Este e integrante de X mi barrio sin edificios.
En declaraciones a InfoRegión, Capacete puso de relieve que si bien tuvieron diálogos con concejales de todas las fuerzas políticas, desde julio intentan conseguir una entrevista con el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, quien, hasta el momento no accedió a reunirse con ellos.
X mi barrio sin edificios
Originariamente vinculado a la zona de las calles Madariaga y Luján, X mi barrio sin edificios comenzó a difundir sus encuentros por sus redes sociales como Instagram y Facebook donde hicieron públicos sus reclamos mientras que por medio de pasacalles adquirieron visibilidad lo que sumó a vecinos de otros barrios del distrito con lo que agragaron nuevas problemáticas.
“Al principio era que no construyan en altura en zonas donde no hay red cloacal, pero cuando se sumaron vecinos de zonas como Lanusita donde sí hay cloacas, ellos vinieron con el tema de las redes de servicios saturadas y que no dan abasto, pese a lo cual siguen construyendo grandes edificios”, resume Capacete.
Entre los logros que se apuntan figura que la prohibición de la construcción de edificios en algunas zonas y que Madariaga no sea considerado como corredor jerarquizado para que no construyan en altura.
Capacete precisa que no sólo trabajan en hacer visibles los reclamos sino que, además, realizan encuentros de capacitación en materia urbanística donde convocan a especialistas con quienes se reunen en espacios como el club Peretz.
“Superamos el reclamo inicial de la cloaca porque lo que hoy se padece es que no hubo estudios de impacto ambiental, falta planificación urbanística y evaluar el estado de las redes de servicios para ver si soportan esa demanda. Sostenemos que toda política urbanística debe estar basada en el asesoramiento técnico de expertos y a su vez incluir las voces de los vecinos. Queremos ejercer nuestro derecho a participar como ciudadanos en el diseño de nuestro hábitat”, enfatiza la referente de X mi barrio sin edificios.
Los riesgos de la falta de cloacas
En esa línea, pusieron de relieve que a “solo siete cuadras de la estación Lanús hay cien manzanas que no tienen servicio de cloacas, en las que se está construyendo edificios en altura -a pesar de estar prohibido por leyes provinciales” y se preguntan: “¿Dónde eliminan y eliminarán estas construcciones los desechos cloacales?”
Al respecto también alertaron por la presencia de desechos cloacales en la calles y espacios públicos lo que, sostienen, suponen un riesgo epidemiológico a lo que se suma que las napas freáticas en todo el distrito son altas y que la ausencia de arbolado agrava la situación.
Entre las consecuencias que la presencia y circulación de líquidos cloacales podría traer, enumeran la presencia de bacterias, virus y hongos que suponen un problema ambiental y epidemiológico serio en un distrito que, como Lanús, presenta la mayor densidad poblacional del país.
Entre las afecciones detallan diarreas, shigelosis, fiebre tifoidea, leptospirosis, cólera, afecciones intestinales, hepatitis, cuadros alérgicos como broncopulmonares y sinusitis, infecciones a quienes sufren alteraciones del sistema inmunológico; y parásitos intestinales.
La falta de cloacas también facilita que se viertan sin control elementos contaminantes como hidrocarburos y desechos origen industrial
También detallan que la presencia constante de estos líquidos puede generar hundimientos en el terreno, que pueden amenazar estructuras y afectar estética y estructuralmente a las construcciones, al tiempo que el olor afectan negativamente la valorización de las propiedades.
El rol de AySA
Desde el grupo vecinal también apuntan en dirección a la empresa Aguas y Saneamientos (AySA) que hace años tiene en carpeta dos proyectos que cubren la zona de Lanús Este sin cloacas pero que no fue puesto en marcha.
“AySA nos confirmó que el proyecto de instalación de cloacas está listo hace tiempo, su código es SC 70014, pero no se ha acordado la ejecución con la municipalidad de Lanús”, precisa Alejandro Isnardi, quien es ingeniero. a este medio.
La zona de cien manzanas sin cloacas está limitada por Córdoba, Pringles, Ramón Cabrero (Arias), Villa de Luján y el corredor de tres cuadras a lo largo de Villa de Luján hasta 29 de septiembre.