El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores condenó a cinco de los ocho rugbiers imputados a prisión perpetua por matar a golpes y patadas a Fernando Báez Sosa durante la madrugada del 18 de enero de 2020 a la salida de un boliche de la localidad balnearia de Villa Gesell. Los otros acusados fueron considerados partícipes secundarios y la pena es de 15 años.
El fallo de los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lázzari y Christian Rabaia se dio a conocer este mediodía en el primer piso de los tribunales dolorenses, donde se realizó el debate oral por el crimen entre el 2 y el 26 de enero últimos. El fallo fue por unanimidad.
Máximo Thomsen (23), Ciro Pertossi (22), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23) y Luciano Perossi (21) fueron condenados a prisión perpetua al ser encontrados penalmente responsables de “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas y en concurso real con lesiones leves”.
Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23) y Lucas Pertossi (23) fueron condenados a 15 años de prisión por ser “partícipe secundario de homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas y en concurso real con lesiones leves”.
Cuando se estaba dando lectura por Secretaría, Thomsen se descompensó y tuvo que ser asistido por personal médico. El abogado defensor, Hugo Tomei, había pedido permiso para escuchar de pie el fallo.
Además, el Tribunal ordenó que se investiguen a Juan Pedro Guarino y a Tomás Colazo por los delitos de falso testimonio, tal como había sido solicitado la fiscalía.
Los pedidos
En sus alegatos de cierre el último 25 de enero, tanto los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García como los abogados Fernando Burlando y Fabián Améndola, quienes representan a los padres de la víctima en calidad de particulares damnificados, consideraron acreditada la responsabilidad penal de los imputados.
En la acusación sostuvieron la figura del homicidio doblemente calificado, en concurso ideal con “lesiones leves”, por los golpes sufridos por amigos de Báez Sosa que intentaron ayudarlo. En ese sentido, ambas acusaciones pidieron que los ocho jóvenes sean condenados a prisión perpetua, porque consideraron que fueron coautores del crimen.
El defensor de los imputados, Hugo Tomei, consideró por su parte en su alegato, el 26 de enero, que todos ellos deberían ser absueltos por la “incongruencia” entre la acusación original y la planteada por la fiscalía al momento de pedir la pena.
Pidió además, que en caso de ser condenados por el tribunal, el hecho sea encuadrado como un “homicidio en riña”, que prevé una pena máxima de seis años de prisión, lo que permitiría a los imputados acceder casi de manera inmediata a una libertad condicional, por los tres años que llevan con prisión preventiva. Tomei planteó subsidiariamente ante el TOC que se consideren las figuras de “homicidio simple con dolo eventual” -con una pena en expectativa de 8 a 25 años- o de “homicidio preterintencional” -de 3 a 6-.