Este 11 de marzo se cumplen cincuenta años de la victoria electoral del Frente Justicialista de Liberación, en la que la fórmula presidencial Cámpora-Solano Lima obtenía casi el cincuenta por ciento de los votos.
En aquel día el Pueblo, a través de la mayor expresión de democracia, el voto, tomó una decisión que nada le gustaría a los poderes concentrados del país, con los jefes militares como mascarón de proa. Habíamos decidido apostar por una Argentina diferente.
Los comicios se llevaron a cabo con las reglas impuestas por el gobierno militar que, a través de la proscripción de Perón, trataba de impedir que ganara el peronismo. El General no pudo presentarse como candidato y la responsabilidad de encabezar la lista recayó sobre la figura de Héctor J. Cámpora, por entonces delegado del expresidente en la Argentina.
El Frente Justicialista de Liberación era la herramienta política construida por Perón para buscar un gran acuerdo nacional, no era una elección más, la presión de los militares asediaba constantemente la democracia venidera.
Habían pasado 18 años desde aquel 1955 en que las Fuerzas Armadas quebraron el orden constitucional y desalojaron al presidente Perón del poder, para luego entrometerse en la vida política del país. En ese período hubo dos elecciones y los gobiernos de Frondizi e Illia cayeron por presión de los propios militares.
En ese año, 1973, junto a un grupo de compañeros formábamos parte de la una unidad básica con el nombre de “Presidente Cámpora”, en la esquina de Sarmiento y Sagarra, de Alejandro Korn. No estábamos aislados ni éramos los únicos, en cada barrio, en cada pueblo se multiplicaban los militantes que querían el regreso de Perón y luego trabajaron para alcanzar la victoria electoral.
El tiempo impondría otros hitos y años después llegarían los años de plomo con la Dictadura más sangrienta, pero aquella primavera democrática quedó grabada en nuestra memoria. Recordarla no debe ser un hecho nostálgico, debe servir para demostrar y demostrarnos que no hay barrera que detenga la voluntad popular.
Se cumplen 50 años del triunfo de Cámpora mientras transitamos un año electoral, otra vez la voluntad popular decidirá los destinos del país. También llegamos a 40 años ininterrumpidos de democracia, el período más prolongado de vigencia del estado derecho de toda la Historia Argentina.