La Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (FCA-UNLZ) estuvo presente en Expoagro 2023 donde expuso su mirada profesional sobre algunos de los aspectos más relevantes de la agenda agropecuaria, como los efectos de la sequía y la producción cárnica con criterio de sustentabilidad.
En ese ámbito, y a lo largo de tres exposiciones, investigadores de esta casa de altos estudios disertaron sobre algunas de las cuestiones que más preocupan a los productores, cómo contrarrestar los efectos de la sequía en la producción animal, y la optimización de los métodos de producción en carne vacuna y ovina.
Calor y sequía
En ese sentido, Martín Alejandro Padín, ingeniero zootecnista, consultor y docente universitario de la FCA-UNLZ, se refirió a la sequía y el estrés calórico en la producción animal ante situaciones de fuertes sequías, altas temperaturas, olas de calor que vivió el país en los últimos meses.
“Esta ola de calor que estamos viviendo hace una semana a semana y media, es netamente predominante del viento norte, y esto se determina gráficos y dinámicas. Este viento trae calor e incluso humedad. Durante los días de Expoagro, por ejemplo, se han observado en algunas localidades hasta el 50 por ciento de humedad relativa en el aire”, explicó Padín.
Luego de analizar distintos pronósticos, el experto adelantó que “podría haber altas probabilidades de lluvias con viento norte a partir del próximo martes hasta el sábado y domingo”, trayendo alivio para cortar la ola de calor, aunque la baja de temperatura principalmente sería a partir del “viernes por la presencia del viento sur”.
Y aclaró: “Con pronósticos a largo plazo se cree que va ser un mes un poco más caluroso que lo normal hasta abril”.
Agregar valor a la producción
Por su parte, José María Aulicino, ingeniero agrónomo y MBA, secretario de Relaciones Institucionales e investigador en Comercialización de la Producción Agropecuaria de la Facultad de Ciencias Agrarias -analizó la diferenciación de alimentos, la sustentabilidad en la producción y el valor agregado como estrategia para abastecer los mercados de alto poder adquisitivo, considerando las nuevas demandas de los consumidores.
Al respecto, Aulicino se refirió a que los atributos “deben ser percibidos y apreciados por el consumidor final”, para cerrar el círculo. Es decir, que para que se dé un acto de compra de un producto con valor agregado, en este caso una carne, con un atributo de calidad diferenciada, como la sustentabilidad, “esta percepción de la diferenciación del producto debe generar una disposición a pagar más” por parte el consumidor.
La calidad del cordero
Por su parte, Florencia Miccoli se preguntó qué hay detrás el famoso “cordero premium”, en una charla en la que planteó la necesidad de redefinir el concepto de calidad de la carne de cordero.
Miccoli puso de relieve que para eso se requiere trabajar en genética, nutrición y alimentación, y en el manejo adecuado de la especie ovina, indicó.
Hoy la actividad de investigación está muy enfocada en hacer aportes desde la ciencia para incrementar la producción de carne y duplicar el peso del animal, con la producción del llamado “cordero pesado”.
Este animal, después de la etapa de cría, en lugar de venderse en pie con 22-28kg, continúa su crecimiento hasta la terminación para venderse con más de 40kg cuyo destino es venta por cortes, que es lo que está demandando el mercado.
La investigadora señaló que “el desafío del “cordero pesado” al “cordero premium” busca cubrir esa demanda atendiendo a la mayor producción de carne de alta calidad (real y medible), sin sobre engrasar la carne.
Miccoli es máster en Ciencias Agrarias por la Universidad Nacional del Sur (UNS) y doctora en Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, además de docente de la cátedra de Nutrición Animal de la FCA-UNLZ.