Los dos detenidos como acusados de haber participado del crimen del colectivero Pedro Daniel Barrientos, asesinado a balazos durante un robo a su unidad de la línea 620 el 3 de abril último en el partido bonaerense de La Matanza, fueron liberados hoy por falta de pruebas aunque seguirán siendo investigados en la causa.
Se trata de Alex Gabriel Barone (19) y Gabriel Alejandro Barone (24), a quienes la semana pasada ya les había arrojado resultado negativo la prueba de barrido electrónico que no detectó restos de deflagración de disparo de arma de fuego en sus manos o sus ropas.
Fuentes judiciales informaron a la agencia de noticias Télam que el fiscal de la causa, Gastón Duplaá, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios de La Matanza, resolvió hoy no solicitar la prisión preventiva para los Barone, por lo que estos recuperaron la libertad.
Un vocero de la pesquisa aclaró que, a pesar de esta resolución, los dos “no quedan desvinculados formalmente” de la causa.
En tanto, hay otros tres sospechosos que continúan detenidos, pero como acusados del robo del auto presuntamente utilizado para cometer el crimen, añadieron los informantes.
EL CRIMEN DE BARRIENTOS
El homicidio del colectivero Barrientos (55) fue cometido el 3 de abril último, pasadas las 4.30, cuando dos delincuentes abordaron una unidad de la línea 620 en la parada ubicada en el cruce de Bernardino Escribano y Cullen, del barrio Vernazza, en la localidad de Virrey del Pino, de La Matanza.
Bajo amenazas con armas de fuego, los delincuentes le robaron la mochila a una pasajera y luego dispararon contra el chofer indefenso, a pesar de que este no ofreció resistencia.
Mientras Barrientos murió sentado al volante de su unidad, un efectivo de civil de la Policía de la Ciudad que estaba entre los pasajeros extrajo su arma reglamentaria y se enfrentó a tiros con los asaltantes, que escaparon.
En el lugar se realizaron 16 disparos y una cámara de seguridad registró cuando los ladrones huyeron corriendo hasta el cruce de una calle en la que se presume los aguardaba un Fiat Siena en el que finalmente huyeron.