La Justicia dictó la prisión preventiva, pero domiciliaria y con monitoreo electrónico, al exjefe de la seccional de Bosques, comisario Sergio Enrique Argañaraz, acusado de encubrimiento en la investigación que se lleva adelante por la búsqueda de Lucas Escalante, quien desapareció en diciembre pasado junto a su amigo Lautaro Morello, hallado asesinado en Guernica, hecho por el que se encuentran detenidos el hijo y el sobrino del exjefe de la Delegación Drogas ilícitas de Quilmes.
Argañaraz está acusado de “encubrimiento calificado por el delito precedentemente grave en concurso real con incumplimiento en los deberes de funcionario público”. Tal consta en el expediente judicial el 10 de diciembre pasado, el jefe policial, que se desempeñaba como interventor de la comisaría 4ª de Varela, se habría negado a recibir la denuncia por “averiguación de paradero” a la madre de Escalante, que en ese momento era buscado junto a Morello.
Además, está imputado de haber ayudado a Cristian y Maximiliano Centurión, los dos detenidos con prisión preventiva por el crimen de Morello, al eludir la investigación del homicidio.
La familia de Escalante sabía desde el día siguiente a la desaparición que uno de ellos había estado con ambos jóvenes. Sin embargo, Argañaraz no tomó alguna medida con esa información aportada hasta el 12 de diciembre, cuando le recibió la declaración testimonial.
A criterio del fiscal Ichazo, el comisario inspector también habría obstaculizado la tarea de la Justicia para encubrir a los imputados, debido a que entre los días 14 y 15 de diciembre hubo un allanamiento en la casa de Francisco Centurión, padre y tío de Cristian y Maximiliano, pero no habría cumplido con ninguna de las órdenes de la fiscalía para ese procedimiento.
Ahora Argañaraz ha fijado un domicilio donde mediante monitoreo electrónico, más frecuentemente llamada tobillera, deberá cumplir con la medida de coerción de su libertad ambulatoria y cumplir con los requerimientos de la Justicia cada vez que le sean solicitados.