Jorge Messi, padre y representante del astro argentino Lionel Messi, expresó hoy el deseo de que su hijo regrese al FC Barcelona, pero aclaró que “no hay nada concreto”, a la salida de una reunión con el presidente del club catalán, Joan Laporta, en el inicio de una semana que puede resultar decisiva para el futuro deportivo del mejor futbolista del mundo.
Jorge Messi respondió de forma lacónica todas las preguntas formuladas por los cronistas españoles que montaron una guardia callejera y su respuesta recurrente fue: “No sé nada, todavía”.
Sin detener su marcha, expresó que le “encantaría” que se produzca el retorno del astro al Camp Nou pero insistió en que las charlas mantenidas con la dirigencia del club catalán no dejaron “nada concreto” hasta el momento.
También confió en que Barcelona obtenga la aprobación de La Liga de España para registrar el eventual contrato del argentino y cumplir con el fair play financiero que, dos años atrás, fue un factor determinante para la salida del jugador.
Messi, de 35 años, finalizará su vínculo con Paris Saint-Germain el próximo 30 de junio pero ya no volverá a jugar con esa camiseta tras la finalización de la temporada en el fútbol francés, por lo que espera resolver su nuevo destino en los próximos días.
Debido a las trabas financieras, Barcelona todavía no le acercó una propuesta formal de contratación, algo que estará necesariamente relacionado con la bajas de otros contratos en el plantel “blaugrana”.
En cambio, el argentino sí recibió dos ofertas de mercados futbolísticos de menor jerarquía: una del Inter Miami de la Major League Soccer de Estados Unidos y otra del club Al-Hilal de Arabia Saudita, donde reina el optimismo en cuanto a su llegada.
El periódico La Gazetta Saudí publicó el domingo que Messi firmará un contrato con Al-Hilal y volará a la capital de Arabia Saudita, Riyadh, en las próximas 48 horas para ser presentado en la sede del club.
El siete veces ganador del Balón de Oro y campeón mundial en Qatar 2022 suscribiría un mega contrato de 400 millones de dólares al año y se convertiría así en el atleta mejor pagado del mundo, por encima del portugués Cristiano Ronaldo, quien en enero pasado rubricó un acuerdo con el club Al-Nassr por 200 millones.