A partir de hoy, todas las billeteras virtuales tendrán que pagarles a sus clientes por el dinero que dejan depositado en las cuentas aun cuando el usuario no invierta en ningún instrumento de modo tal que quienes tengan saldos a la vista percibirán una ganancia sin ningún riesgo.
“La decisión la tomó hoy el Directorio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y alcanza a los fondos depositados en las billeteras que por la decisión de los clientes no están invertidos. De este modo, las personas que tengan su dinero en las cuentas de pago obtendrán un rendimiento que deberá ser devengado periódicamente. Hasta hoy esos depósitos tenían un rendimiento del 0%”, afirmó el BCRA en un comunicado de prensa.
La regulación que ya estaba vigente obliga a las billeteras virtuales a depositar todos los saldos de sus clientes en una cuenta bancaria. Esa masa de dinero, que según el BCRA suma $121.000 millones, debe quedar encajada en los bancos al 100% “para preservarlos de contingencias y garantizar su disponibilidad, con la posibilidad de integrar el 45% de ese total en Bonos del Tesoro Nacional en pesos”, según afirmó la autoridad monetaria.
Los títulos que se pueden suscribir con esos fondos generan un rendimiento que hasta ahora no era percibido por los clientes de las billeteras que son, finalmente, los dueños de ese dinero. Ahora, la totalidad de esa ganancia se tendrá que trasladar al cliente.
Dudas y diferencias con las obligaciones de los bancos
El breve texto de la Comunicación “A” 7825, publicada este jueves por el BCRA, afirma: “Establecer que la retribución que los proveedores de servicios de pago que ofrecen cuentas de pago (PSPCP) perciban por los saldos en pesos de las cuentas de depósito en las entidades financieras, en las que se depositen los fondos de sus clientes, deberá ser trasladada totalmente a esos clientes”.
La normativa deja interrogantes para su aplicación. Por un lado, no está claro qué porcentaje de los saldos a la vista en las billeteras virtuales fue efectivamente invertido en los bonos del Tesoro, ya que no había obligación de hacerlo.
Por otra parte, la Comunicación tampoco establece cómo se calculará la rentabilidad por esos bonos ni cada cuánto será percibida por el cliente pues podría ser un rendimiento diario, mensual, trimestral o en cualquier otro período.
La obligación de remunerar los saldos a la vista también rige para los bancos, pero cada entidad define cuánto paga a los clientes. Generalmente, las tasas por los depósitos minoristas en caja de ahorro -por ejemplo, en las cuentas sueldo- son exiguas.
Sucede que los bancos no están obligados a trasladar una remuneración concreta porque parte de su negocio de intermediación financiera consiste en obtener fondeo lo más barato posible, por ejemplo, a través de los saldos depositados y prestarlo a una tasa mayor, de modo tal de hacer una diferencia. En cambio, como las billeteras virtuales no están autorizadas a intermediar, el BCRA las obligará a trasladar toda la rentabilidad que obtengan al cliente final.
Quejas en las fintech
Tras la publicación de la medida, Mercado Pago criticó la decisión del BCRA. La fintech, que tiene la billetera con mayor cantidad de usuarios en el país, recordó que casi todos sus clientes ya obtiene un rendimiento por su dinero, dado que lo invierten en el fondo común de inversión que ofrece la aplicación. Esta alternativa paga una tasa mayor al 89%, según indicó la compañía.
“Rechazamos esta medida que no beneficia a nadie. Es parte de un hostigamiento contra la industria fintech y Mercado Pago. Genera un enorme daño a la industria y reduce los incentivos a invertir”, sostuvo la billetera en un comunicado.
Al mismo tiempo, la compañía sostuvo que la regulación “genera una asimetría que evidencia el lobby bancario”. Y cuestionó: “¿Por qué no lo hacen también con los bancos? ¿Por qué los usuarios que tienen saldos en cuentas de bancos no percibirán intereses?”.
“Sostenemos que no hay objetivo del BCRA más que sacarle rentabilidad a los competidores de los bancos. Cuesta entender una medida de este tipo, inconsulta y sorpresiva, en este contexto. Lo interpretamos como una normativa con animosidad”, cerró Mercado Pago.