El ex futbolista Néstor Sicher, autor del gol que devolvió a Racing a Primera División en 1985, y actor del fútbol browniano falleció a los 63 años mientras entrenaba una escuelita formativa de fútbol en Claypole.
Debutó en Lanús en 1978, el mismo año en el que el club descendió a la Primera C. Allí jugó seis años y, como él mismo aseguró en su momento fue “parte de la reconstrucción del club. Jugamos muchos años, no veíamos un mango y le dimos aire a los dirigentes para formar el club que es hoy“.
El hombre de Rafael Calzada, bautizado como La Fiera, era un lateral izquierdo aguerrido de rubia melena enrulada, y pasó a Racing de Avellaneda donde anotó el gol que le dio el ascenso ante Atlanta el 27 de diciembre de 1985, luego de que los dirigidos por Alfio Basile penara en la B por dos temporadas tras caer en el clásico de Avellaneda frente a Independiente, que festejaba su segunda Intercontinental y daba la vuelta olímpica.
Héroe inesperado, Sicher sacó un zurdazo inatajable que lo puso en la historia blanquiceleste: “Despedimos con enorme tristeza a Néstor Sicher, siempre en el recuerdo por habernos devuelto a nuestro lugar. Abrazamos a su familia y seres queridos ante tanto dolor”, comunicó la institución de Avellaneda en las redes sociales.
Tras ese gol, debió regresar al Granate porque las nuevas autoridades de Racing no le renovaron el préstamo. el Granate, y el cambio de autoridades en Avellaneda hizo que no le renueven la cesión; por eso decidió irse a Gimnasia y Esgrima de La Plata; primero, para concluir su carrera profesional en Brown de Adrogué, equipo al que también supo dirigir.
Una vida ligada a la formación
Tras su retiro, Sicher volió al primer amor y llegó a ser vicepresidente del Club Atlético y Social Villa Calzada, donde se formó y de donde también salió otro lateral izquierdo: Nicolás Tagliafico, uno de los campeones del mundo y estrella de la final contra Francia.
Hincha de Racing, solía ir al Cilindro mientras trabajaba en el área de Deportes de la Municipalidad de Lomas de Zamora.
También estuvo en el fútbol formativo del Club Atlético Claypole al que entrenó, tuvo su academia de fútbol y su último paso fue por la escuelita La Saeta en Almirante Brown.
“Este es un momento de mucha tristeza para el fútbol y las personas que lo conocimos. Siempre sobresalió su caballerosidad y valores para enseñarnos a competir y comportarnos tanto dentro como fuera de la cancha. Para nosotros era un héroe”, lo recordó Leonardo González, ex jefe de prensa de Claypole.
