Miles de jóvenes comenzaron esta mañana la 49° Peregrinación Juvenil a Luján, que partió desde el santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, hasta llegar el domingo a la Basílica de Luján, en la provincia de Buenos Aires, en una caminata de más de 60 kilómetros que contará con un operativo especial de apoyo.
En las inmediaciones de la iglesia, los jóvenes esperaban la salida de la imagen de la Virgen que encabeza la peregrinación.
En diálogo con Télam, el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, Jorge Ignacio García Cuerva, dijo: “Yo creo que, a ver, una peregrinación es reflejo de lo que es la vida. La vida también es un camino. Y en el camino de la vida hay momentos en que uno está con otros, en el momento de la vida hay momentos en que uno está solo, en el camino de la vida hay momentos en que uno está enojado o está contento. Entonces, de alguna manera, en este camino de la vida, que es la peregrinación a Luján”.
Con el lema “Madre, estamos en tus manos, danos fuerza para unirnos”, se convocó a los asistentes a llevar una pequeña vela para encender a la medianoche del sábado en la ruta con el objetivo de “iluminar las intenciones de todos y cada uno de los argentinos”, aseguraron los organizadores.
Mañana, García Cuerva, presidirá la tradicional misa de las 7 en el altar levantado en la plaza ubicada frente a la Basílica.
Asistencia
Para asistir a los caminantes, el Arzobispado de Buenos Aires preparó más de 60 puestos sanitarios y puestos de apoyo a los que se puede acceder en forma gratuita, con alrededor de 6.000 servidores en esos puntos.
En tanto, la Cruz Roja Argentina dispuso de 11 puestos sanitarios a lo largo de la ruta provincial N° 7 hasta la ciudad de Luján con voluntarios de 13 filiales de todo el país.
Por su parte, AySA montó un operativo especial de asistencia con agua potable a todos los fieles que participen de la procesión con 4 puestos de hidratación y 13 camiones cisternas a lo largo del recorrido.
