(Por Fabián Luna) “La hipocresía propasa todo ejemplo en esta tierra. Al asesinato en masa. Los hombres lo llaman guerra”, con esta frase quería comenzar este homenaje a Ricardo Iorio, porque, por sobre todas la cosas es un artista y quien desarrollo su hermosa poética mediante el heavy metal, dándole luz a este género musical.
Sus tristezas lo llevaron por distintos caminos, lo hicieron un hombre duro e infranqueable. Pero siempre que utilizó su pluma y un instrumento musical se dedicó a dejar un mensaje de enseñanza que desnuda al ser humano.
Hoy estará en todos los noticieros por su muerte, por ese inevitable fin, porque a veces las penurias te dan fuerzas, pero en otras te llevan por caminos que aceleran el proceso del fin. Supo descifrar en sus letras estos rasgos del ser humano.
Al escuchar la noticia de su muerte, mis ojos se llenaron de lágrimas y estoy seguro que otros tantos compañeros de ruta sintieron lo mismo, se fue un referente musical que para muchos era oculto. Y que se hizo popular por sus comentarios sin filtro.
Para conocerlo más a fondo voy a incluir estrofas de poética porque eso lo marca a fuego y quizás los que menos lo conocen tengan real certeza de quien era este artista que sigue marcando a las nuevas generaciones.
Probablemente “Cautivos de un sistema” sea un icono en lo que respecta al ser humano y el consumismo, en una de sus partes dice “El tiempo agitando su espada refleja la obra del hombre ante Dios, quien llora al verlo, cautivo de un sistema, en el cual también estamos vos y yo!!”.
Luego de un párrafo en que se refiere a los que nos empuja a consumir sin freno, finaliza: “Y vos y yo consumidores de basura acrecentamos el poder de esta gente que nos impone las reglas de este juego y ríen al vernos caer en su trampa demente”.
En tiempos de conmemorarse los 500 años de la colonización de estas tierras, realizo un obra magnifica, quizás, con otra musical hubiese tenido otra repercusión, a considero como de primordial divulgación por su mensaje.
Dice en algunas de sus partes “Por la siniestra garra de la madre perra, que orgullosa festeja quinientos años, de haber llegado con sus carabelas…A succionarnos, a imponernos fe, estrechos dogmas de su infernal sed, por sus caminos no quiero andar, avergonzado me quiero zafar”
Y luego en otra parte nos recuerda que la industrialización de Europa no solo nos contaminó el ambiente, sino que se sirvió de nuestra riqueza y dice: “Estos zarpados revientan el planeta, al ver sus reinos en la nada ahogarse, obsérvalos ostentando riquezas… Que formaron en la tierra del sol, esclavizando, civilizando, de ese castigo debes zafar, toma revancha América”.
Siempre lo preocupó la vida diaria del laburante que muchas veces descifra la realidad pero con demora y por eso él escribe mucho sobre eso en “Memorias de siglo”, donde intenta despertar esa conciencia y pone su pluma a destacar los errores que cargamos a cuesta.
Estas frases dicen mucho: “Olfateamos muchas cosas, entre prisas, diariamente, son verdades deliciosas y verdades pestilentes… Nadie da nada de balde, sábelo, el candor, últimamente, está muy bravo, aunque la verdad escalde. sobran cadenas y esclavos”.
Hay mucho por rescatar la obra poética de Ricardo Iorio, sería una inmensa nota llena de extractos para que pueden entender lo que provoca en los que amamos este estilo musical.
Para finalizar voy dejar un último párrafo que cuenta la historia de un pibe que cae en las garras de los traficantes y es el que sufre el castigo, la persecución y la muerte, y es acusado por el solo hecho de trabajar en un galpón que resulta de un traficante, cuando solo quería changuear para tener algo para comer.
El tema se llama “El pibe tigre”, y dice en parte así:
“Acreeditadores, agitándose.
El galpón vacío; la yuta y el juez.
Y a quienes dicen que él, cargó el derrite ayer…
Un oficial se lleva al pibe.
Como implicado en el embrollo que estalló
Y en su natal país de origen,
el trompa gringo aterrizá con el montón.”
Su letras siempre intentan despertar conciencia, Iorio comprende donde nació y se crió, trata a partir de esto abrir una luz para que todos intuyan que a su alrededor existen peligros y que muchas cosas están dispuestas para aplacar el pensamiento y lo esclavizan.
Vaya este escueto texto en homenaje a quien marcó mi vida, mis intenciones musicales, además de aportar a mis pensamientos y compromiso de vida. Querido Ricardo Iorio elevo una plegaria para que transites tu eterno camino en paz.