El accidente cerebrovascular (ACV) se produce por la obstrucción del suministro de sangre al cerebro, una .afección que es una de las principales causas de muerte en todo el mundo y se encuentra en la mira de los científicos, quienes buscan continuamente la manera de ponerle fin a esta problemática que promete, para 2050, acabar con la vida de 10 millones de habitantes.
Las cifras son realmente escalofriantes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 15 millones de personas sufren un ACV cada año en el mundo. Lo que da cuenta de la necesidad urgente de poner en marcha estrategias orientadas a la prevención y al diagnóstico temprano.
Cuando se trata de un accidente cerebrovascular, el tiempo vale oro: por cada un minuto, se mueren 2 millones de neuronas.
Hay diferentes tipos de ACV: por un lado, se encuentra el isquémico, que se da cuando se interrumpe o reduce el suministro de sangre a una parte del cerebro, lo que impide que el cerebro se oxigene. Por otro lado, está el hemorrágico, que se produce cuando los vasos sanguíneos del cerebro se estrechan o bloquean.
Cómo detectar y prevenir un ACV
Los llamados de atención que pueden notificarnos de la aparición del accidente cerebrovascular pueden ser diferentes y muy sutiles, y son los siguientes:
- Debilidad o sensación de que se duerme un lado de la cara, un brazo o una pierna, especialmente del mismo costado.
- Confusión al hablar.
- Problemas para hablar o entender lo que se le dice.
- Problemas para caminar.
- Mareos.
- Pérdida de equilibrio o falta de coordinación del cuerpo (por ejemplo, querer agarrar algo y no poder).
- Dolor de cabeza muy fuerte y repentino.
- Desviaciones en la boca
- Dificultades en el habla
- Falta de fuerza y coordinación en brazos y piernas
En caso de detectar estos síntomas;
- Comprobá si la persona tiene dificultades para entender o hablar.
- Hablale para ver si te entiende y responde a tus órdenes.
- No dejes sola a la persona. Tranquilizala y mantenete tranquilo.
- Llamá a Emergencias o llevala a una guardia médica si está cerca.
- Cuanto más rápido reciba asistencia médica, aumentan las probabilidades de que la persona se recupere y/o solo le queden secuelas leves.
Cuáles son los factores de riesgo del ACV
Además, hay ciertos factores de riesgos como la hipertensión arterial, diabetes, colesterol, sobrepeso y obesidad que deben ser controlados para disminuir las probabilidades de aparición de esta enfermedad.
Por su parte, existe una gran cantidad de fenómenos invisibles que suelen causar estragos en los que respecta a la patología como es el caso de la contaminación del aire. Según un estudio publicado por la revista Neurology, “existe una asociación fuerte y significativa entre la contaminación atmosférica y la aparición de ictus”. Este revelador dato da cuenta de que los fenómenos climáticos puede impactar significativamente sobre la salud humana.
Un control anual va a servirle a tu médico para saber si tenés riesgo de sufrir un ACV y ayudarte a reducirlo.
La actividad física regular y el cuidado durante las comidas son esenciales para reducir el riesgo de ACV.
En ese sentido,los especialistas recomiendan moverse 30 minutos al día aproximadamente e incorporar a la dieta frutas y verduras, limitando el consumo de ultraprocesados y sal.