Un matrimonio de jubilados de Lomas de Zamora vivió una noche de terror


Un matrimonio de jubilados de Turdera, partido de Lomas de Zamora, es la nueva víctima de la escalada de inseguridad, violencia e impunidad que azota a un conurbano que se degrada y lumpeniza aceleradamente.

En este caso, el matrimonio afectado ya había sido víctima de este delito en 2020, durante la pandemia, en la que murieron 130.000 peronas, cuando fueron golpeados durante una intrusión a su hogar, una escena que Luisa y Abel revivieron durante la madrugada de este sábado cuando cuatro encapuchados los despertaron.

Los ladrones llegaron frente al domicilio alrededor de la 1:10 a bordo de un VW Fox azul, desde donde dos de ellos treparon por la medianera para acceder al techo y desde allí al fondo de la casa donde forzaron una ventana para ingresar a la vivienda.

Ya dentro de la vivienda, los ladrones con sus caras cubiertas y guantes ataron al matrimonio y comenzaron a golpear a Abel y amenazarlos con cortarles los dedos y quemarlos para que entreguen dólares.

Tras una hora de terror, los ladrones se fueron con unos pocos pesos. No se llevaron las alianzas del matrimonio por la sencilla razón que ya se las habían robado en 2020.

En tanto, varios vecinos indicaron a diferentes medios que habian visto llegar al auto y que alertaron al 911 alrededor de la 1.30 pero que la policía jamás apareció pese a estar a metros de la casa de las víctimas. Según el relato, al Fox se fue alrededor de las 2 y volvió a pasar cerca de las 3. Nunca pasó un patrullero por las calles de Turdera, una zona que los mismo vecinos definen como “liberada”.

El Fox azul es un conocido del barrio: el miércoles estuvo durante el intento de entradera a dos casa de jubilados y esa misma noche estuvo estacionado a la espera hasta que Luis sacó las bolsas de residuos pero no llegaron a abordarlo.

Al rato regresaron y quisieron engañar a Luisa que no cayó en la trampa.

No conformes, estudiaron la zona hasta dar con una vía de acceso al interior de la casa usando la cabina de gas y la medianera para intrusar la vivienda. Luego, se trasladaron cien metros e intentaron entrar al hogar de otra jubilada alcanzó a verlos y gritó tras lo cual huyeron.

Los vecinos destacan que la banda lleva consigo herramientas para forzar rejas y puertas, una modalidad que no sólo practican eb Turdera sino, también, en Llavallol dos zonas llenas de cámaras de seguridad que nadie parece usar.