El diputado bonaerense del PRO, Martiniano Molina, reflotó en las últimas horas un proyecto de su autoría para prohibir los vehículos de tracción a sangre animal en todo el territorio de la provincia de Buenos Aires, que había perdido estado parlamentario en marzo de 2022.
El texto original, lleva la firma no solo del diputado Molina sino también de su par del bloque Acuerdo Cívico (UCR+GEN), Nazarena Mesías, y del ahora exmiembro de la Cámara baja provincial y actual legislador porteño del PRO, Sergio Siciliano.
“La tracción a sangre implica la utilización de un animal para un trabajo forzado, actividad propia de épocas en que la tecnología para el transporte eran justamente los animales”, cuestionaron en los fundamentos del proyecto los legisladores opositores.
Por esta razón, el proyecto de Molina, Mesías y Siciliano dispone una pena de tres meses a un año de prisión para aquel que utilice un vehículo de tracción a sangre animal, como así también una multa que varía entre $4.000 y los $80.000.
“La actividad representa una problemática en varios municipios bonaerenses y no solo pone en crisis a la comunidad por lo que implica en sí misma, sino que en el corto plazo afecta al medio ambiente. No olvidemos que la recolección informal domiciliaria de los residuos orgánicos sólidos urbanos, típica de esta metodología, genera basurales a cielo abierto”, advirtieron los diputados opositores.
Asimismo, la iniciativa de Molina propone crear el Programa Provincial para la Sustitución de la Tracción a Sangre Animal en ámbitos urbanos para que reemplace a este tipo de transporte por vehículos de tracción motora que ofrezcan una “alternativa laboral, social y ambiental superadora”.
En los fundamentos del texto parlamentario, Molina aclara que su propuesta contempla que la gente que maneja vehículos con tracción a sangre animal lo utiliza como un medio de subsistencia, en el marco de una vulnerabilidad social extrema. Por esta razón, el programa que busca crear tiene por objetivo proteger a los animales, garantizar una mejor calidad de vida a estos individuos y cuidar al medio ambiente.
“Contribuye a la mejora en el tránsito urbano ya que estos vehículos además de constituir un peligro en sí mismo por su precaria estructura, muchas veces se ven involucrados en accidentes viales debido a la falta de elementos de seguridades”, indicó Molina.
Quedan exentos de esta prohibición los vehículos de tracción a sangre animal las carrozas, sulkys, clubes hípicos, hipódromos, mercados de hacienda, ferias ganaderas, y los utilizados por fuerzas policiales, personal de seguridad, militares y en desfiles tradicionalistas.