Muestra en el ex Pozo de Banfield

El Espacio de la Memoria conocido como el ex Pozo de Banfield presenta hasta el 31 de julio la muestra sobre los mártires palotinos. También hay propuestas por las vacaciones de invierno.

pozo de banfield

El Espacio de la Memoria conocido como el ex Pozo de Banfield presenta una muestra artística y documental en homenaje a los mártires palotinos.

“Juntos vivieron, juntos murieron. La entrega de los Mártires Palotinos”, se llama la muestra de los artistas Marcela Brown y Roberto Frangella.

Se puede visitar hasta el 31 de julio, de 9 a 17, en el S.U.M. Delia Giovanola del Espacio para la Memoria ubicado en Siciliano y Vernet.

Los sacerdotes Alfredo Leaden (57), Alfredo José Kelly (43) y Pedro Eduardo Dufau (70); y los seminaristas Emilio José Barletti (23) y Salvador Barbeito Doval (24) fueron asesinados antes de la misa, el 4 de julio de 1976.

Vacaciones de invierno

Por otro lado y en el marco de una iniciativa de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires se desarrollarán dos actividades para los más chicos.

El 19 de julio, a las 15, habrá un taller de miedos y cuentacuentos; mientras que el 24, en el mismo horario, se exhibe la obra de teatro “Los carrotos de la ruta”. La entrada es libre y gratuita.

El ex Pozo de Banfield

El Pozo de Banfield funcionó bajo la órbita de la Brigada de Investigaciones de Banfield en las calles Siciliano y Vernet de Lomas de Zamoradesde 1974 hasta, al menos octubre de 1978, según testimonios de los sobrevivientes.

De las 253 personas que fueron allí torturadas, 97 permanecen desaparecidas y al menos 16 son mujeres que dieron a luz en la maternidad clandestina.

El 16 de septiembre de 2010, el Pozo de Banfield fue declarado Centro para la Memoria, la Verdad y la Justicia y tiempo después, abrió una parte del predio al público.

En marzo de este año finalizó el juicio por delitos cometidos en este centro clandestino de detención y exterminio, con una absolución y condenas a prisión perpetua y 25 años de prisión. El proceso demandó casi tres años y medio y contó con cientos de testigos; entre ellos, la primera querellante trans.