La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) anunció un paro para el próximo jueves, en sintonía con la medida de fuerza convocada por las universidades nacionales en rechazo al eventual veto al aumento del presupuesto para el sector.
“El Gobierno que hace nueve meses nos declaró la guerra no pasa por su mejor momento, y nosotros tenemos que seguir golpeándolo. Son casi 65 mil los contratos que vencen a fin de mes. No vamos a tolerar una sola cesantía ilegal más“, advierte Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE.
En este marco, señala que “por estas horas no pueden disimular la pérdida de apoyo popular que ha tenido el Presidente y su gestión, deslegitimación a la que en buena medida hemos contribuido los estatales estando incesantemente en la calle desde el 10 de diciembre”.
“Tenemos que seguir convocando a la máxima unidad de todos los sectores. Los estatales no nos vamos a salvar solos. Tenemos que recordar que Macri perdió en las urnas porque antes había perdido en las calles. Es con movilización popular que tenemos que seguir construyendo la derrota de Milei y de su Gobierno”, reflexiona.
Frente a esta situación de inminentes despidos, la Asociación de Trabajadores del Estado realiza un paro, que será acompañado por una movilización a Plaza de Mayo.
ATE ya había realizado una medida de fuerza este mes. El paro se concretó el 11 de septiembre, en el marco del acompañamiento a los jubilados por el tratamiento del veto presidencial en el Congreso.
Este nuevo paro coincide con la medida de fuerza convocada por FATUN y FEDUN (trabajadores docentes y no docentes de las universidades públicas) por presupuesto para garantizar la continuidad del funcionamiento de las casas de altos estudios.
Según el Presupuesto 2025 anunciado por Javier Milei, se le asignó a las instituciones cerca de la mitad de lo que vienen reclamando. El Gobierno destinaría $3,8 billones a las universidades nacionales, mientras que el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) exige $7,2 billones.
Tras el anuncio del veto presidencial al presupuesto del sector votado en el Senado, rectores y federaciones que nuclean a docentes y no docentes analizan una nueva marcha, que sería en octubre.