“Milei no le habla a los líderes de otros estados, sino a los empresarios más poderosos del mundo”


En su análisis de la política exterior de Javier Milei, Juan Gabriel Tokatlian señaló que el presidente argentino “le habla a personas, a individuos, a intereses, a grupos poderosos”, más que a los Estados. Así, en declaraciones periodísticas, el especialista en política internacional se refirió especialmente al reciente discurso de Milei ante la Asamblea General de la ONU, donde observó que el mandatario no mostró interés en dirigirse a los gobiernos de los 193 países miembros de la organización, como podría esperarse por el ámbito en el que se encontraba.

“Milei es otro fenómeno”, dijo Tokatlian, destacando que su enfoque se centra en los ultrarricos y no en la diplomacia convencional. Según el especialista, el presidente apunta a un grupo selecto de personas influyentes que concentran poder y riqueza a nivel global. En este sentido, mencionó que “el 1% más rico del mundo posee más riqueza que el 95% de la población”, según un reciente informe de la ONG OXFAM, y que estos sectores son los que realmente le interesan a Milei.

Tokatlian sostuvo que el discurso de Milei ante la ONU estuvo alineado con la estrategia que ha mostrado en sus cinco viajes a Estados Unidos, donde evitó reuniones con el presidente Joe Biden o con líderes gubernamentales, optando por centrarse en figuras del sector privado. “Lo mismo en Europa”, agregó, señalando que Milei no sigue los canales tradicionales de la diplomacia.

El poder de las grandes corporaciones

El análisis de Tokatlian también resaltó el creciente poder de las grandes corporaciones tecnológicas frente a los Estados. Citó el ejemplo de empresas como Apple, cuya valuación de mercado en 2022 superaba el PBI del Reino Unido, y las 10 mayores tecnológicas del mundo que poseen un PBI combinado de 18 billones de dólares, por encima del de China.

Tokatlian mencionó que este fenómeno ha llevado a países como Dinamarca a nombrar embajadores ante Silicon Valley, reconociendo el poder e influencia de estos actores no estatales. “Los Estados cada vez tienen menos atributos de poder”, afirmó, explicando que los gobiernos buscan atraer inversiones de estos gigantes tecnológicos para impulsar sus economías, mientras enfrentan desafíos como la ciberseguridad y la influencia política que ejercen.

El especialista vinculó esta realidad con el enfoque de Milei, quien parece estar en sintonía con esta concentración de poder. “Milei apunta a un mundo pequeño, poderoso e influyente”, afirmó, sugiriendo que su supervivencia política dependerá de estos sectores más que de las relaciones diplomáticas tradicionales con otros gobiernos.

Un cambio en la política exterior

El replanteamiento de la política exterior argentina bajo el liderazgo de Milei, según Tokatlian, representa un quiebre con la tradición de diálogo entre Estados. En lugar de enfocarse en fortalecer vínculos diplomáticos, el presidente estaría orientando su estrategia hacia la colaboración con actores privados poderosos y sectores ultrarricos.

“Hay una verdadera batalla cultural”, indicó, haciendo referencia a las declaraciones de Alex Karp, CEO de la empresa de defensa tecnológica Palantir, quien promueve la defensa de Occidente frente a las amenazas de China, Rusia e Irán.

El académico destacó que esta visión, compartida por figuras como Karp, no se basa tanto en la defensa de la democracia, sino en la proyección de una “cultura superior” a través de la tecnología militar y otros instrumentos. Para Milei, esta alineación con los intereses de los poderosos le permitiría avanzar en su programa, más allá de los gobiernos o las instituciones tradicionales.

El análisis concluyó que, en un mundo donde las grandes corporaciones tecnológicas y los ultrarricos tienen una influencia decisiva sobre la política y la economía global, Milei estaría enfocando su estrategia en este grupo selecto, en lugar de los Estados miembros de la ONU o los gobiernos tradicionales.