Puesta en valor del Teatro Roma en Avellaneda

El Teatro Roma fue inaugurado el 1 de octubre de 1904. La puesta en valor demandó una inversión de 160 millones de pesos.

Teatro Roma

El Teatro Roma, ubicado en Sarmiento 109 de Avellaneda, fue restaurado en el marco del aniversario 120. Un poco de su historia…

“El Teatro Roma como nuevo”, destacó el intendente Jorge Ferraresi. “En el marco del aniversario 120 y con una inversión de más de $160 millones, realizamos la restauración de la fachada y la renovación del camarín grupal”, apuntó.

De acuerdo a la información, se puso en valor el Salón Dorado, el hall del patio de camarines y el foso. Además, se realizaron tareas de reparación e impermeabilizacion de techos y cañerías, y se hicieron nuevos desagües.

“La decisión política de defender la cultura y el arte es también invertir en infraestructura. Desde Avellaneda seguiremos siendo protagonistas de la historia”, sentenció.

El Teatro Roma

La Sociedad Italiana de Mutuo Socorro y Providencia “Barracas al Sud” (1888) inicia en 1903 las obras del Teatro del Sur –como se conoció al Roma en sus inicios–, proyectado por Primitivo Gamba y construido por Berrutti y Pigni.

Se inauguró el 1 de octubre de 1904 con una obra interpretada por el tenor italiano Ermete Novelli, siendo su actividad artística muy prolífica a lo largo de décadas, presentándose espectáculos de ópera, teatro y hasta boxeo y patinaje, con actuaciones de celebridades del tango como Carlos Gardel.

Inicialmente se construyó sólo el cuerpo de la sala –famosa por su excelente acústica–, resuelto como un simple edificio italianizante precedido por un jardín, al que en 1925 se agregarían el foyer, el Salón Dorado y una nueva fachada Neorrenacimiento, integrándose al conjunto los terrenos del vecino edificio mutual.

Este nuevo proyecto presentado por el ingeniero italiano Gustavo Coccerini incorporó además la platea de piso móvil mecánico, el foso de orquesta, los palcos altos y el Salón Blanco.

Un porche jónico con la mitológica Loba Capitolina soporta una terraza-balcón como expansión urbana de los espacios sociales; en cambio, los laterales y el frente recedido son de orden corintio, destacándose la decoración de guirnaldas y edículos en las ventanas.

La sala en herradura “a la italiana” para 400 espectadores está coronada por una cúpula al fresco de Antonio Epifani (1913), apoyada sobre un tambor con retratos alegóricos.