Un proyecto de ordenanza que tiene como objetivo lograr que los lugares de esparcimiento de Lanús sean “más seguros y libres de violencias sexuales”, fue presentado en el Concejo Deliberante de esa comuna para poner en marcha los Punto Violeta, un espacio destinado a cuidar a quienes se sientan en una situación de peligro..
“Sabemos del incremento de casos de sumisión química de la voluntad mediante el uso de drogas para llevar a cabo abusos sexuales y para combatirlo proponemos que cada establecimiento de esparcimiento cuente con un espacio visible y señalizado denominado Punto Violeta destinado a brindar seguridad para quien pueda sentirse en peligro de violencia sexual”, explica la edil radical Valeria Larraz, autora del proyecto.
Según el proyecto, el Punto Violeta no estará limitado a espacios nocturnos sino que puede ser implementado en todo “espacio privado de acceso público que voluntariamente adhiera” y será de cumplimiento obligatorio para “todos los eventos masivos organizados por el Municipio de Lanús”.
Además, en su articulado dispone que en esos puntos se facilitará “una primera atención de la mujer bajo los efectos de sumisión química o víctima de cualquier tipo de violencia sexual”, mientras que, además, servirá para asegurarse que no corre ningún peligro.
En ese sentido, dispone que el Ejecutivo municipal diseñe e implemente un protocolo de actuación sobre cómo tratar a posibles víctimas que no sólo brinde seguridad sino que, también, posibilite una rápida recolección de muestras a efectos de constituir prueba legal.
Para estos fines, el proyecto postula que el municipio desarrolle un programa de capacitación para instruir sobre el protocolo diseñado sobre cómo ayudar a las víctimas y qué recursos se deben activar si se cree estar ante un posible caso de sumisión química o agresión sexual.
De adhesión voluntaria, los locales que se sumen deberán disponer en puntos visibles de los locales, como acceso a los baños o las barras, de un código QR que lleve al protocolo de actuación y que ofrezca información relativa a la sumisión química para quien desee descargarlo.
Según explica Larraz, los locales que adhieran y hayan realizado la capacitación podrán acceder a una “certificación oficial que tendrá una validez de cinco años” y podrán colocar un cartel en su ingreso público que indique la existencia de un Punto Violeta lo cual no sólo apunta a la seguridad de las personas sino como una herramienta de disuasión para posibles agresores.
“La presencia es que estos espacios sean disuasorios para los posibles agresores y un lugar seguro para las mujeres. La calle y la noche también son nuestras y necesitamos que los espacios de ocio sean seguros”, recalca Larraz.