En el marco de las celebraciones por el cincuentenario de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), la Facultad de Ciencias Económicas es la sede del Simposio nacional de escultura en madera a cielo abierto, una actividad que se desarrolla en el patio interno de esa unidad académica y que reúne a siete destacados artistas de la región que donarán sus obras a la universidad.
La labor que comenzó este lunes septiembre y culminará el viernes 23 cuenta con el aporte de los artistas Adriana Badii; Pablo Frachia; Jorge Gionco; Darío Klehr, Omar Garavaglia, Ezequiel González y Juan Parafioriti. La coordinación general está a cargo de Juan Carlos Mercurio y es la primera vez que un evento de estas características se realiza en la universidad lomense.
Las sedes habituales de este tipo de intervención son en la provincia del Chaco y en las ciudades de El Bolsón, Bariloche, Puerto Madryn, Córdoba y San Luis.
La mayoría de los escultores que trabajan en este proyecto participaron de simposios internacionales y sus obras recibieron premios en el extranjero.
Al respecto, Jorge Gionco destacó la iniciativa del decano de Económicas, Gabriel Franchignoni, de impulsar el evento en las instalaciones de la Facultad: “Me comentó, en el marco de los festejos por el cincuentenario, su inquietud de introducir arte en esta universidad. Y qué mejor que traer a los siete mejores escultores a cielo abierto que hay en nuestra zona”, manifestó el artista oriundo de Bánfield quien, además de reiterar el “nivel superlativo de los escultores” participantes, remarcó que el objetivo es “dejar las obras como un patrimonio cultural a la universidad”.
Los artistas, que trabajarán hasta el viernes en el horario de 9 a 17, emplean en una primera etapa motosierras y herramienta eléctricas de alto peligro por lo cual trabajan con protección especial y en un área perimetrada para que quienes quieran ver la tarea lo hagan desde un lugar seguro.
La realización de las obras no cuenta con consigna previas aunque en principio se propuso trabajar sobre el cincuentenario de la universidad. “A estos escultores es mejor dejarlos que disfruten de su obra, sin condicionamiento, van a hacer lo mejor seguro. A estos artistas hay que dejarlos hacer”, explicó Gionco.
Desde la coordinación pusieron de relieve que los troncos sobre los que esculpen no son producto de la tala sino que se trata de árboles caídos a causa de una tormenta o porque estaban secos. Las especies son: ciprés, acacia, algarrobo, cedro y pino cruz.
“Estamos muy contentos y cómodos trabajando. Nos trataron de maravillas las autoridades de la Facultad”, enfatizó Gionco, quien adelantó que “la idea es hacer de esto una bienal y que la Facultad lo coordine, para luego donar las obras. Es una forma de fomentar la cultura desde todos los ángulos”.