La Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) adquirió dos nuevos detectores para el Microscopio de Barrido Electrónico utilizado para la caracterización de materiales.
Con estas nuevas herramientas, “el laboratorio SEM dio un salto de calidad, ya que la caracterización de materiales es completa, porque se incorpora información sobre composición química y estructura cristalográfica”, indica Sebastián Zappa, docente investigador de la casa de estudios.
El microscopio electrónico de barrido (SEM por su nombre en inglés), será útil para el trabajo de investigación de la Facultad, y también para el asesoramiento a distintas industrias. “Cualquier manufactura, desde lo cotidiano como una mesada hasta algo enorme como un barco, fueron fabricados con un material particular, que cumple con las exigencias a las que se lo somete en su uso”, explica Zappa.
De esta manera, algunas de sus aplicaciones son seleccionar el elemento adecuado para la fabricación de distintos productos, desarrollar nuevos materiales, realizar control de calidad de materias primas y de productos terminados.
Además, es posible “investigar y generar nuevos materiales en busca de nuevas microestructuras para responder a nuevas exigencias y problemáticas de distintas industrias”, detalla el docente, y añade: “En la Facultad siempre estamos alterando y modificando las microestructuras por soldadura, por deformado, por tratamiento térmico”.
El microscopio había sido incorporado a los laboratorios en 2019, y a diferencia de otros equipos, éste funciona con electrones en lugar de luz para formar imágenes de alta resolución. El principio de funcionamiento consiste en hacer incidir electrones en la superficie de la muestra donde se generan señales, las cuales dependen de qué tipo de composición química es la muestra y qué microestructura forma. Esas señales se recolectan por medio de distintos detectores.
El original tenía dos detectores, uno revela la topografía de la superficie, otro que identifica fases con mayor peso atómico. Ahora se incorporaron dos más que permiten definir la composición química, es decir elementos como hierro, cromo, níquel o silicio, y otro que brinda información cristalográfica para determinar qué estructura forman esos elementos.
“El salto cualitativo que hemos alcanzado es analizar composición química en zonas muy chiquitas”, sostiene Zappa, y agrega: “El software permite hacer análisis de zonas puntuales”.
El microscopio está incorporado al Sistema Nacional de Microscopía y cualquier usuario puede acceder al equipamiento a través del Sistema Nacional de Gestión de Turnos.