El Gobierno dio marcha atrás con el aumento previsto en las tarifas de luz y gas, mientras que tampoco aplicará ajustes sobre el impuesto a los combustibles.
En el caso de los combustibles, el impuesto iba a actualizarse un 115% y el impacto en el surtidor iba a llegar al 18% en la Ciudad de Buenos Aires.
El objetivo de postergar las medidas es evitar que haya presiones adicionales sobre el costo de vida.
La decisión se tomó, en principio, sólo para las tarifas de julio con la intención de sostener la recuperación del poder adquisitivo de la población.
La medida se establece para los consumos hogareños del mes que viene y, dependiendo de la fecha de facturación, en principio la mayoría de los usuarios lo pagarían en agosto.
Luz
A principio de este mes, el Gobierno modificó los topes de consumo máximos subsidiados y las bonificaciones sobre los precios mayoristas de energía eléctrica y gas natural para los usuarios N2 (ingresos bajos) y N3 (ingresos medios) de acuerdo al Período de Transición establecido por el Decreto N° 465/24.
- N1 (ingresos altos): Pasa de $ 24.710 a $30.355 pesos (aumento del 23%).
- N2: (ingresos bajos) pasa de una factura promedio de $6.295 a $12.545 260 (99% aumento). Comprende 1,9 millones de usuarios.
- N3 (ingresos medios) se va de $6.585 a $16.850 (aumento 156%).
Gas
En el caso de las tarifas de gas tampoco los consumos de julio tendrán aumento. Es decir que el usuario pagará exactamente lo mismo que en junio.
Se estableció para el mes en curso, aumentos en el cuadro tarifario establecido del gas de 9,2% para el segmento N1, de 33% para N2 y de 10% para N3.