Proponen declarar como patrimonio cultural al Castillo de Cañuelas

Buscan que la construcción de 1932 se incluya en el patrimonio cultural bonaerense.

El emblemático edificio abandonado que corona el cruce de las ruta 3 y 205, que fue puesto a la venta en 2022 es el protagonista de un proyecto presentado en la legislatura bonaerense por la diputada oficialista Ayelén Rasquetti quien insistió en que se ponga en marcha un proceso de expropiación para que el Estado provincial adquiriera el inmueble.

La iniciativa que fue archivada en 2023 buscaba que allí funcione un polo judicial, que agruparía juzgados, fiscalías, policía y oficinas de tránsito.

Ahora, tras ser reingresado, el proyecto volvió a la Comisión de Tierras y Organización Territorial donde espera ser tratado para proteger el valor histórico y cultural de este icono urbanístico y social inaugurado en 1932 por Gustavo Eugenio Artaux, un industrial francés especializado en la elaboración de alimentos deshidratados.

Conocido como Finaco Sociedad Anónima Comercial e Industrial, se dedicaba a la producción, entre otros, de leche en polvo, dulce de leche, huevo deshidratado y cacao. Posteriormente, en los 60, se convirtió en una empresa dedicada a la importación y fraccionamiento de películas fotográficas.

La estructura de cinco pisos fue posteriormente adquirida por el empresario y emisario de Isabel Perón, Jorge Antonio y, finalmente, por Nilda Aquino, cuyo exmarido, Néstor Corsi, intentó transformarlo en un museo de automóviles antiguos, un proyecto que nunca se concretó.

Actualmente, el edificio sigue en venta en un valor de casi cuatro millones de dólares que no parece atraer a inversores debido a los altos costos de demolición o reparación.

Los propietarios actuales, liderados por el heredero Martín Corsi, indicaron en una entrevista con un medio local que, en caso de que el Estado compre el edificio, debería conservarse como patrimonio histórico que también brindaría un uso comunitario al inmueble para asegurar su preservación.