Creció un 30% la demanda en hospitales públicos bonaerenses a causa de los recortes en las obras sociales


El hospital de Llvallol es uno de los centros municipales de atención del coronavirus en Lomas de Zamora

El ministro de salud bonaerense, Nicolás Kreplak, aseguró que las obras sociales están “desfinanciadas” y ya no pueden sostener el funcionamiento del sistema en clínicas privadas, lo que derivó en “un 30% de aumento de la demanda en los hospitales públicos” de la Provincia.

Si bien en las prepagas se ha bajado mucho de planes y muchos se han ido, lo que más impacta es la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores asalariados que tienen obras sociales”, señaló, y consideró que “es más grave lo que pasa con los trabajadores asalariados de la clase media que con los sectores un poco más acomodados que tienen prepagas”.

“ O les cobran un copago muy grande, que es prohibitivo y mucha gente termina en los hospitales públicos porque no lo puede pagar, o son clínicas que van cerrando las guardias o efectivamente se cierran”, sostuvo. “La conclusión de todo esto es un 30% de aumento de la demanda en los hospitales públicos. El 90% de las emergencias se hace en hospitales públicos porque el sistema privado no está dando respuesta”, remarcó a Radio 10.

“Nosotros tenemos 100 hospitales provinciales. Yo necesitaría mañana, para estar igual que en diciembre, inaugurar 30 hospitales más con 35.000 trabajadores. Es muchísimo esfuerzo. Tenemos más del 50% de los internados en hospitales públicos bonaerenses con obra social porque el sistema privado no da respuesta a esto”, afirmó Kreplak.

El ministro destacó que “es una situación de muchísima gravedad” que se da en un contexto “complicado” por el aumento de los medicamentos y el “abandono de los apoyos de la Nación a los programas para VIH, salud sexual, oncológicos, discapacidad”. En ese sentido, reclamó coordinación federal para combatir el dengue, ya que se espera “una epidemia al menos tan grave como la del año pasado”.

“Nosotros compramos 500.000 vacunas, eso significa que son 250.000 personas porque son dos dosis por persona. Las vamos a orientar a quienes ya tuvieron dengue porque sabemos que una persona que vuelve a tener dengue de un serotipo distinto tiene entre 2,5 y 3 veces más chances de tener una enfermedad grave”, explicó.

“La Nación creemos que compró 100.000 vacunas y no sabemos dónde están tampoco. Hay provincias que les tocan 5.000 vacunas así que están viendo qué pueden hacer para resolver ese problema, porque 5.000 vacunas para una población de 800.000 habitantes es más un problema que una solución. En lo sanitario no produce ningún efecto y en lo político produce todos”, subrayó.

En cuanto al esquema de vacunación, señaló que “hoy estamos en una tasa de cobertura baja para Argentina”, lo que “es una preocupación”. “De esto nos ocupamos las provincias, pero cuando no se logra en todos lados vacunar habría que hacer una reunión nacional. Hay que hacer una campaña comunicacional, hay que salir a hablar del tema”, reclamó.