Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) revela que, en julio de 2024, los medicamentos más consumidos en el país aumentaron en promedio un 5%, por encima de la inflación.
Sin embargo, aquellos que se adquieren a través del Programa de Atención Médica Integral (PAMI), destinado a jubilados, presentaron un incremento aún mayor, del 7,6%.
Uno de los casos más llamativos es el del Daflon 500, un medicamento clave para tratar problemas vasculares, cuyo precio se disparó un 482% en un año, pasando de $11.553 a $67.193.
Otro fármaco de uso cotidiano, como el Ibupirac 600 mg, utilizado para aliviar dolores y bajar la fiebre, aumento un 456% en el mismo período.
Estos aumentos, que superan por mucho la inflación general, afectan principalmente a las personas mayores, cuyo poder adquisitivo se ha visto severamente erosionado.
En julio de 2024, la jubilación mínima se actualizó solo un 4,2%, insuficiente para cubrir el alza en los precios de los fármacos.
De acuerdo con CEPA, la pérdida del poder adquisitivo en las jubilaciones mínimas alcanzó el 35,2% entre noviembre de 2023 y julio de 2024, lo que agrava aún más la situación.