Crece el reclamo contra Kicillof por los libros escolares con sexo explícito


Tras las presentaciones realizadas por los senadores bonaerenses del PRO y del ala que responde al presidente Javier Milei, este jueves el diputado liberal Guillermo Castello ingresó otro pedido de informes dirigido al gobernador Axel Kicillof por la colección de libros Identidades Bonaerenses: Leer, sentir, pensar, vivir la provincia, que contendría contenido de sexo explícito.

En el texto, el diputado del monobloque Libre solicitó respuestas detalladas sobre la distribución de libros con contenido de sexo explícito en las escuelas bonaerenses. El requerimiento, dirigido a la Dirección General de Cultura y Educación (DGCE), exige aclaraciones sobre las razones, el proceso de aprobación y los posibles impactos de este tipo de material educativo en las escuelas de la provincia de Buenos Aires.

En su pedido, Castello planteó una serie de preguntas dirigidas a esclarecer quiénes fueron los funcionarios encargados de autorizar la distribución de los libros “Identidades Bonaerenses: Leer, sentir, pensar, vivir la provincia“. “Queremos saber quiénes fueron los responsables de aprobar este material que incluye descripciones explícitas de prácticas sexuales y genitales”, apuntó.

En rigor, la novela que disparó la polémica fue Cometierra, de la escritora Dolores Reyes, que contiene párrafos como el que siguiente: “Con la mano libre, se desabrochó el cinturón, bajó el cierre del pantalón y se lo quitó. La otra mano se cerró en mi nuca. No me podía mover. Tiró de mí. Sacó su p… por encima del bóxer y me la acercó a la boca. Me dejé llevar a un beso tan suave como si lo que besaba fuese una lengua. Le bajé el bóxer del todo. La piel que tocaba me gustaba. Podía apretarla con los labios mientras la p… jugaba en mi boca y se iba hundiendo”.

En otra de las novelas del catálogo es Las aventuras de la China Iron, de Gabriela Cabezón Cámara, se puede leer contenido de sexo explícito: “Apoyó el hueco de su c… en la punta de la mía y empezó a moverse adelante y atrás, a resbalar sobre mis resbaladizas, sobre mis viscosas carnes íntimas, sobre mi c… que latía, echando burbujas como agua hirviendo y la veía a Liz desde abajo cuando se hamacaba para atrás y la seda del vestido no me cubría los ojos, las tetas meciéndose…”

En este sentido, Castello exigió explicaciones sobre los fundamentos pedagógicos y legales que justifican la inclusión de textos con contenido sexo explícito en los programas educativos, especialmente en relación con las leyes provinciales N° 14.744 y nacional N° 26.150, que abordan la educación sexual integral.

Desde el Senado bonaerense, el titular del bloque de La Libertad Avanza, Carlos Curestis, salió a reclamar que “la quita inmediata de esos textos del plan de estudio en los colegios”. “Son textos absolutamente explícitos de alto contenido sexual que solo muestran el desprecio del kirchnerismo por nuestros hijos y la educación”, fustigó.

Una de las primeras en salir a advertir sobre la distribución de libros con sexo explícito en escuelas, fue la senadora del PRO y presidente de la comisión de Educación, Aldana Ahumada. “Kicillof gasta en materiales que no respetan ni las edades ni la madurez de los estudiantes. Todo en nombre de una supuesta “formación” que no tiene control ni responsabilidad. La falta de transparencia es alarmante. No sabemos quién selecciona estos títulos ni bajo qué criterios”, criticó.

En su proyecto de solicitud de informes, Ahumada pidió conocer de manera exhaustiva los “criterios pedagógicos, técnicos y editoriales” usados para confeccionar la controversial colección y saber si se realizó un trabajo de adecuación de los textos a la madurez emocional y nivel cognitivo de los estudiantes del nivel secundario de la provincia de Buenos Aires.

Asimismo, Ahumada requirió explicaciones por la puesta en marcha de mecanismos de supervisión y control implementados para verificar que los contenidos distribuidos en los establecimientos se “ajustan a los objetivos educativos” y se corresponden con el nivel donde los mismos son impartidos.

“Si bien el caso puntual de la viralización de escenas explícitas incluidas en títulos como Cometierra y Las Primas ha despertado una justa preocupación en la comunidad educativa, este pedido busca visibilizar una problemática mayor respecto a los mecanismos y criterios que se utilizan para seleccionar materiales educativos destinados a nuestros jóvenes”, expresó Ahumada en su iniciativa.