Hace una semana, la localidad de Banfield, en el partido de Lomas de Zamora, se sumió en una profunda preocupación tras la desaparición de Natalie Valderrey, una joven mujer de 31 años que vive en la esquina de Tucumán y Vieytes, que el martes pasado le avisó a su familia que saldría a correr por las calles del barrio, pero no regresó a casa. Desde entonces, su paradero es un misterio que mantiene a todos en vilo.
Una vida entre dos países
Natalie, casada y en medio de una crisis emocional, regresó a Argentina desde Brasil hace algunas semanas, donde vivía junto a su esposo, para recibir tratamiento psicológico y psiquiátrico, y contención emocional.
A pesar de estar en su tierra natal, entre sus afectos primarios, su familia sospecha que ella podría haber intentado regresar a Brasil, motivada por pensamientos recurrentes que, según fuentes cercanas a la investigación, venía expresando desde hace un tiempo.
El día de su desaparición, Natalie vestía un buzo amarillo y pantalones azules. No se llevó ni valijas ni ropa adicional, pero sí su teléfono celular, que desde entonces permanece apagado o fuera de servicio.
Una búsqueda contrarreloj
Las autoridades y su familia iniciaron rápidamente la búsqueda en aeropuertos y terminales de ómnibus, ante la posibilidad de que haya intentado tomar un medio de transporte hacia Brasil. “Pedimos a quien tenga alguna información que se comunique con el 911 o al 1127180978”, señaló un familiar, desesperado por obtener alguna pista sobre su paradero.
La falta de respuestas aumenta la preocupación de sus seres queridos, quienes remarcan que Natalie no solía ausentarse sin avisar. La familia enfrenta no solo el dolor de su ausencia, sino también el desafío de reconstruir los últimos pasos que dio antes de desaparecer.
Testimonios y contexto
Los días previos a su desaparición, Natalie se mostró introspectiva, según indicaron allegados. Su regreso a Argentina había sido una medida para tratar sus problemas emocionales, pero la distancia de su esposo y el cambio de rutina parecieron acentuar su malestar.
“Ella estaba en tratamiento, por eso vino acá. Vivía con su marido en Brasil. Nosotros notamos que no estaba bien entonces le ofrecimos que venga acá, que iba a estar contenida con su familia y que haga un tratamiento”, explicó una de las hermanas de Natalie.
Según precisó, el marido de la joven “no quería” que vuelva a Argentina, algo que finalmente ocurrió: “Logramos que ella venga acá y ahí corroboramos que efectivamente ella no estaba bien, por eso asistía al médico acompañada por nosotros cada 15 días”, insisten desde su círculo íntimo.
Cualquier dato que permita dar con ella podría ser crucial en estas horas críticas. Si viste a Natalie o crees tener información relevante, podés comunicarte al 911 o al número familiar: 1127180978.