“Entrañable encuentro en mi casa con la compañera Dilma Rousseff”. Con estas palabras, la ex presidenta y senadora nacional de Unidad Ciudadana, Cristina Fernández de Kirchner, anunciaba ayer el encuentro que mantuvo con la ex mandataria de Brasil.
El pedido de detención y desafuero que pesa en su contra fueron eje central de la charla. “Entre otros temas, conversamos sobre una realidad que se está imponiendo en nuestros países. Un proceso que se denomina mundialmente Lawfare y consiste en la utilización del aparato judicial como arma para destruir a la política y a los líderes opositores”, explicó Cristina.
Y advirtió que es “una matriz que tiene otra pata fundamental en los medios de comunicación, una instancia central en esta estrategia de persecución”. “El objetivo es el mismo en Brasil y acá: ocultar el desastre económico que están llevando a cabo los gobiernos neoliberales en la región”, sentenció.
En la víspera, Lula Da Silva y Rafael Correa expresaban su solidaridad con Cristina y rechazaban la "cacería judicial y mediática". Coincidieron en que se trata de una maniobra para debilitar a la oposición. "El verdadero ´delito´: haber dado justicia y dignidad", había sintetizado el ecuatoriano.
Cristina se reunió con Dilma Rousseff
