El Presidente encabezó el acto por el Día de la Independencia en Tucumán, reiteró el pedido de perdón a Bolivia y aclaró que “la libertad no es individual” sino que es algo “colectivo”. Cargó contra la gestión anterior y la oposición por la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las críticas por las negociaciones sobre las vacunas contra el coronavirus. “Mi modelo no está en los que mandan balas a Bolivia, siguen siendo San Martín, Güemes y Belgrano”, sentenció.
En el marco del acto central por la conmemoración del 205° aniversario de la Declaración de Independencia, enalteció las figuras del general Don José de San Martín, Manuel Belgrano y Miguel Martín de Güemes, pero también destacó la participación de las mujeres; entre ellas, Juana Azurduy, a quien definió como “una mujer emblemática para la libertad argentina”. “En unos días conmemoramos el Día de la Hermandad entre Bolivia y Argentina y lo hacemos porque ese día coincide con el natalicio de Juana Azurduy. Eran tiempos donde bolivianos y argentinos luchábamos por liberar la Patria Grande”, mencionó.
Aprovechó ese momento para reiterar el pedido de disculpas a Bolivia, que ayer denunció que el gobierno de Mauricio Macri envió armas para reprimir a los bolivianos que protestaban contra el golpe de Estado que se desarrollaba en su país. “Déjenme una dispensa solamente, que es pedirle disculpas al pueblo de Bolivia porque un gobierno argentino haya mandado armamento para para la protesta de un pueblo que se levantaba contra un golpe militar”, dijo. Y consideró: “Es casi irónico que tengamos que enfrentar el día de la hermanda anoticiándonos de semejante locura”.
“La Argentina de aquel entonces tenia también parte de esas locuras, una elite que no quería que le fuera bien a San Martín, Güemes y Belgrano”, dijo. “Cuando veo ese pasado y veo lo que fueron capaces de hacer esos hombres y mujeres, digo ´cómo no vamos a ser capaces nosotros´. Ellos tenían sólo adversidad enfrente, luchar sin claudicar, nadie pensó alguna vez que los que declararon la independencia en aquel salón sintieron angustia”, sostuvo el Presidente, recordando los dichos de Mauricio Macri. “La angustia paraliza, ninguno tenía angustia. Tenían la certeza de que debíamos ser libres. Así construyeron una libertad en unidad”, apuntó.
En ese sentido, planteó que “la historia se repite”. “Hay muchos que no quieren que seamos libres, soberanos, tengamos independencia. Muchos siguen pensando en una Patria para algunos”, advirtió, pero dejó en claro que cuando “los constituyentes declararon la dependencia no hablaron de elite, hablaron de nosotros”. “Nosotros definimos nuestra libertad y nos enseñaron que la libertad no es un acto individual, es colectivo, lo que garantiza la libertad es precisamente vivir en una sociedad libre, autónoma, independiente, capaz de construir su propio futuro y garantizar su propio destino”, amplió.
“La Argentina hoy tiene otros combates, estamos atravesando un tiempo único para la humanidad, que es la pandemia, es un tiempo claramente frustrante, que nos impide hacer un montón de cosas. Pienso en los jóvenes y entiendo lo que deben sentir por no poder asistir al colegio regularmente, no poder ir a un recital, abrazarse con sus amigos, no poder ir a ver un partido de fútbol. Este tiempo de privación es para que disfruten si vida de aquí en adelante, para que no le arrebaten la vida hoy ni la de sus afectos”, remarcó el jefe de Estado en el acto de Tucumán.
Tildó de “perverso” al coronavirus y alertó que “tan perverso es que no para de mutar”. “Algunos se enojan pero lo que cuidamos es que el virus que muta no ingrese y complique otra vez la situación, cuando estamos pudiendo avanzar rápidamente en el proceso de vacunación”, planteó y preguntó: “¿Alguien piensa que yo puedo estar feliz con tantas limitaciones? Nadie puede, pero es el tiempo que nos tocó”. “Si tenemos coraje, valentía, si nos unimos, si entendemos que nadie se salva solo, que ademas de ser libres e iguales debemos se fraternos y solidarios con el otro, todo va a ser mas fácil. Es eso a lo que vengo a convocarlos”, sostuvo.
Admitió, entonces, que su “ilusión” era que para este entonces, “la economía ya hubiera arrancado, los comercios vendieran y los argentinos disfrutaran de sus vacaciones”. “Tuvimos una pandemia, pero no estamos peor que al comienzo. El año pasado nos saludamos por pantallas y hoy estamos acá, y el año que viene millones de argentinos van a estar en las calles de sus pueblos porque vamos a estar inmunizados. Y lo vamos a hacer mucho antes del 9 de julio del año que viene”, sentenció.
En el marco de una férrea crítica a la oposición, señaló que “el odio nubla” pero “siempre vuelve”. “Soporté todo lo que decían en la búsqueda de vacunas porque cuando pongo mi firma me doy cuenta que estoy poniendo en jaque a generaciones. Me hubiera encantado que pensaran así con el acuerdo con el FMI, hubieran pensado en esos jóvenes que tienen su futuro hipotecado”, dijo, y admitió: “Todos los días peleo contra los que quieren ver de adentro a la Argentina arrodillada”.
“Mi modelo no está en los que mandan balas a Bolivia, siguen siendo San Martín, Güemes y Belgrano. Nunca esperen de mi algo que arruine la vida del pueblo argentino. Si alguien espera que yo claudique ante los acreedores o a ante un laboratorio, se equivocan, no lo voy a hacer, antes me voy a mi casa”, advirtió en el cierre del discurso por el 205 aniversario de la declaración de la independencia.